Casi un siglo después, la Casa Comadran ha dejado atrás su legado material familiar y ofrece sus salas en alquiler para propuestas relacionadas con el bienestar emocional, la salud, el crecimiento personal y la espiritualidad.
Sus amplias estancias, con techos altos, elegantes molduras y suelos de parqué espigado, proporcionan un ambiente singular, sereno y relajado. Con el color blanco como protagonista, una decoración minimalista y una iluminación cálida, la casa es un escenario ideal para clases, reuniones y eventos. La única condición es que los proyectos deben surgir de la consciencia personal y promover un cambio hacia un futuro más responsable y humano.